por Alison Astair
La rivalidad entre hermanos es compleja y puede durar toda la vida. Los niños sienten con frecuencia que un padre trata con favoritismo a su hermano o hermana, o simplemente sienten que su hermano o hermana “es mejor en todo”. Más inteligente, más bonita, más popular .... ¡La lista puede seguir y seguir!
Comprenda que cada niño tiene características especiales y que es esa originalidad la que les hace quienes son. Siempre podrá hacer notar los diferentes talentos de sus propios amigos y familiares, ayudando así a su hijo a ver lo maravilloso que es tener diferentes intereses y talentos.
Estos son algunos consejos para tratar de alcanzar un mayor equilibrio en casa y ayudar a que cada niño se sienta especial y apreciado por lo que es.
- Asegúrese de que cada uno de sus hijos disponga de un tiempo a solas con usted varias veces a la semana.
- Cuando pase tiempo con uno de sus hijos no hablen del otro/los otros.
- No contenga su afecto o deje de brindar atención a uno de los niños porque otro se moleste. Al principio esa molestia obedece a los celos, pero los niños aprenden rápidamente que su comportamiento (por ejemplo: gritar, llorar, etc) funciona cuando consiguen que la atención se dirija a ellos. Si ignora al que grita, éste rápidamente aprenderá que ese comportamiento ¡no funciona! Usted puede decirle simplemente que es su turno para darle un abrazo en este momento. Después de un tiempo podrá abrazarlo o abrazarla libremente, sin decir nada.
- No encasille a los niños en una posición dentro de la familia (el mayor, el menor, el artista, el deportista, el más inteligente, etc.). Déle a cada uno la oportunidad de experimentar algunos de los privilegios y responsabilidades de los otros. ¡Las habilidades no son mutuamente excluyentes!
- Deje que cada niño sepa lo que sus hermanos admiran o lo que les gusta de él o ella.
- Programe reuniones familiares. Permita que cada niño exprese sus sentimientos (por turnos). Por ejemplo, si un niño dice "No me gusta Billy. Es malo conmigo. Me pega”. No salte a decir algo como,"Solamente está jugando”, o, “Él no es malo. ¡Él te quiere!" Eso es sólo tratar de enmendar la situación. Opte por los sentimientos. Puede decir algo como. “Te sientes triste cuando te hiere." Si usted se equivoca, no se preocupe, su hijo le corregirá rápidamente. Podría decirle algo como: "No estoy triste, estoy molesto!" Permita que su hijo exprese sus sentimientos negativos. ¡Es mejor exteriorizar los sentimientos que mantenerlos reprimidos!
- Sea tan creativo como pueda para encontrar cosas que sus hijos puedan hacer juntos. ¡Fomente el trabajo en equipo!
- No haga comparaciones. Fomente la originalidad.
- Establezca límites y reglas claras, y adhiérase a ellas (NO al abuso físico o verbal, respeto por la privacidad de cada quien, etc)
- Fomente el compartir pero no lo exija. Puede aclarar qué cosas le pertenecen a ambos y cuáles son propiedad de cada quien.
- Si hay un nuevo bebé, trate de mantener algunas de las viejas rutinas que tenía con los hijos mayores (¡tanto como sea posible!).
- ¡Trátelos de forma justa!