¿Es o no conveniente que nuestros hijos vean televisión?

por Lucy Windevoxhel

Cuando llevaba a mi hija a clases de padres e hijos para bebés y niños pequeños hice amistad con otras mamás primerizas como yo. La mayoría de ellas descubría eventualmente mi profesión y con frecuencia me preguntaban qué opinión tenía sobre la conveniencia de que bebés y niños pequeños vieran televisión y DVD educativos. Esa sigue siendo una pregunta que me hacen con frecuencia, por lo que parece que muchos padres se preguntan lo mismo.

En primer lugar, la Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños menores de dos años de edad no vean televisión. A partir de los dos años la recomendación es que la TV se limite a una o dos horas diaras como máximo. Estoy completamente de acuerdo, de hecho, me había prometido a mi misma que mi hija no vería TV durante sus dos primeros años. Y aunque soy una mujer de palabra, la vida no suele ser exactamente como la planeamos…y mi pequeña vió un poco de TV. Sin embargo sigo creyendo que la televisión debería, por lo menos, limitarse, y que los padres, al ser los primeros y más importantes maestros que los niños jamás tendrán, tienen mucho más que ofrecer a sus hijos que cualquier programa o DVD educativos. Me gustaría pues ofrecerle una idea sobre a) Cómo deben ver TV los niños y b) Por qué usted es mejor que cualquier programa “educativo”.

Como acabo de mencionar, me había prometido no permitir que Isabella viera televisión, pero cuando tenía unos 9 meses de edad, encontramos que una de las estaciones de televisión locales en español transmitía “Plaza Sésamo”. Mi esposo y yo crecimos viendo Plaza Sésamo y ¡nos encantaba! Así que cuando lo vi acurrucado con Isabella en el sofá, cantándole las canciones, su interacción era tan positiva que puse mi promesa a un lado…¿cómo podía eso hacerle daño a mi hija? Así pues, comenzamos a grabar los programas y los veíamos juntos una o dos veces a la semana, adelántabamos durante los comerciales y hablábamos acerca de lo que estábamos viendo. Todo lo cual nos lleva a MIS REGLAS para ver televisión:

  • El tiempo dedicado a ver televisión debe ser limitado. Si usted decide permitir que sus hijos/as vean televisión antes de los dos años, yo no lo haría durante los primeros 6 meses. A partir de entonces, el bebé no debería ver más de una hora de televisión por semana. Una vez cumpla los dos años, una o dos horas al día, como máximo, es suficiente y debe limitarse a programas educativos.
  • Vean la televisión juntos. Háblele sobre lo que están viendo, destaque el vocabulario más importante. No use la televisión como una niñera, sino como una actividad que pueden hacer juntos.
  • No vean comerciales.

Incluso antes de tener a mi hija, siempre le recomendé a los padres de mis pacientes con patologías de lenguaje que limitaran la televisión y a veces encontraba mucha resistencia. Los argumentos más comunes eran: "¡pero es que le encanta!" y "¡está aprendiendo mucho de estos programas!". A lo que respondo: Si a su hijo le encanta la televisión, no puede esperar que él / ella deje de verla y esté contento. Por eso el tiempo que pasaba viendo televisión tiene que ser reemplazado por otras actividades divertidas: ir al parque, construir con bloques, leer, dibujar, colorear y participar en juegos de mesa. Mientras sean actividades divertidas, apropiadas para su edad e interactivas, su hijo va a estar bien.

En cuanto a los programas y DVDs educativos, no estoy en contra de ellos, en casa los vemos también. Pero hay mejores maneras de pasar tiempo con sus hijos. Por ejemplo, usted puede sentar a su bebé o niño pequeño frente al televisor para que vea un DVD que le muestre imágenes, acompañadas por la palabra impresa y la palabra hablada para PARQUE, ÁRBOL, CIELO y así sucesivamente, genial ¿no? Estará exponiendo a su hijo a vocabulario y ¡lectura! ¿Qué puede ser mejor que eso? Pues bien, salgan a caminar y muéstrele el parque y los árboles y el cielo. Tomen una flor (¡¡¡pero no del jardín del vecino!!!), mírenla, tóquenla, huélanla, digale su nombre. Así no sólo escuchará la palabra sino que vivirá la experiencia sensorial completa, lo cual le ayudará a comprender realmente el significado de esas palabras. Además de la experiencia sensorial y de lenguaje, estará recibiendo estimulación vestibular (movimiento), practicará sus habilidades motoras (caminar, estirarse para alcanzar cosas, sostener objetos). Incluso pueden recoger flores, hojas y ramitas y, al volver a casa, hacer un collage para su niño, o con su niño, dependiendo de su edad. Les aseguro que este tipo de aprendizaje multisensorial será mucho más valioso para su hijo. Y luego, cuando le esté leyendo libros sobre árboles, flores y parques, podrá asociar esas imágenes con las cosas que hace todos los días, o todas las semanas, cuando salen a pasear. Los libros también le permiten a los niños experimentar cosas que son más difíciles de ver todos los días (como un elefante), y los exponen a la lectura dentro del contexto para el cual está destinada: como un medio para comunicarse y aprender. Algunos programas de televisión enseñan a contar, ¡eso es genial! ¡Pero hay tantas cosas que contar en casa! ¡Podemos contar las hojuelas del cereal, arándanos, pelotas, muñecos de peluche, los dedos de las manos y los pies! La televisión puede ser una herramienta maravillosa y sólo usted puede decidir si su hijo va a verla, pero no piense ni por un instante que la televisión puede enseñar a su hijo mejor que usted!

Acerca de la Autora

Lucy Windevoxhel

Lucy Windevoxhel

M.S., CCC-SLP
Patóloga Bilingüe del Habla

Nacida en Venezuela, Lucy reside en los Estados Unidos desde 1993. Mientras estudiaba su maestría, recibió preparación en el trabajo con individuos con Trastornos del Espectro Autista. Es un líder certificado en los Programas Hanen: Se Necesitan dos para Hablar (It Takes Two to Talk) y Palabra Objetivo (Target Word), así como en el Programa Lindamood de Secuenciamiento Fonético (LiPS) y Visualizar/Verbalizar (Visualizing/Verbalizing). Además, Lucy tiene entrenamiento especializado en terapia oral motora a través de talleres de la compañía Talk Tools y de las Evaluaciones e Intervenciones Oromotrices Beckman.