by Stacy M. Menz

Durante los últimos años muchos de mis amigos y familiares se han convertido en padres y a menudo me hacen preguntas con respecto a lo que su bebé o niño debería estar haciendo. Comprendo que el asesoramiento y las opiniones se pueden tomar con cierto escepticismo y que todo el mundo hace las cosas de manera diferente, pero quisiera compartir con ustedes los principales consejos que he dado como respuesta a esas preguntas.

• Permita que su bebé pase más, más y más tiempo boca abajo: Este es el consejo número 1 que daría a todos los padres primerizos. He asistido a numerosos "baby showers" y en algunos de ellos le piden a los invitados que escriban de manera anónima un consejo para la nueva mamá. Bueno, el mío nunca es anónimo, ya que por lo general siempre dice "¡Que pase mucho tiempo boca abajo!” '. Creo (y la investigación así lo ha demostrado) que esta posición es la piedra angular del movimiento. Ayuda a que el bebé comience a desarrollar el control de su cabeza, fortalezca sus brazos y hombros, y a que comience a activar sus glúteos, lo cual a su vez ayudará a facilitar el desarrollo óseo de caderas y fémur y, finalmente, a extender la parte delantera de su cuerpo que ha estado aplastado por la posición flexionada de los últimos 9 meses. También les da un cierto control de su entorno. Cuando el bebé está acostado sobre su espalda está esperando que le den sus juguetes. Cuando se encuentra boca abajo, por el contrario, puede comenzar a buscar formas de moverse o girar para llegar al objeto que quiere. Además, esta posición le facilitará descrubrir la posición de decúbito lateral, que es muy importante para el desarrollo del tronco. Con la implementación del nuevo programa para que los bebés duerman boca arriba sumado al estilo de vida ocupado de las familias hoy día y las facilidades que se han desarrollado (asientos que rebotan, sillas de carro portátiles, columpios) los padres tienen que hacer el tiempo para que su hijo pase tiempo sobre su barriga y deben convertir esta actividad en una prioridad.
  
  
• Proporcionarles motivación y un reto: Este es un consejo en respuesta a la pregunta sobre cómo conseguir que sus hijos se muevan. Algunos niños pueden tener algunas dificultades en particular, pero con todos se puede aplicar la misma idea. Si usted quiere que su hijo se mueva no ponga todo a su alcance. Recuerdo que fui a la casa de una familia y estaban preocupados porque todo lo que hacía la niña era sentarse en un lugar y no intentaba moverse. Cuando miré a la niña encontré que estaba sentada en su manta con todos los juguetes que pudiese querer justo frente a ella. ¡No tenía ninguna razón para moverse! Así que la idea es averigüar lo que motiva a su hijo, dejar que juegue con eso un rato y luego alejarlo un poco del niño. Permítale que se esfuerce y que busque la manera de alcanzar el objeto deseado. La lucha es parte del proceso de aprendizaje. Es la forma en que el niño logra entender lo que su cuerpo puede y no puede hacer y cómo reaccionar ante los cambios. Aquí es donde se desarrolla la planificación motriz. Claro, no torturo a los niños, usualmente dejo que traten de descubrir cómo alcanzar el objeto y luego los ayudo a tener cierto éxito, para que puedan jugar con lo que les motiva; luego lo muevo fuera de su alcance de nuevo y comenzamos otra vez. La pasada Navidad la hija de mi primo quería moverse, pero no podía entender lo que tenía que hacer. Pusimos la muñequita que quería delante de ella, pero de forma que tuviera que moverse un poco para alcanzarla. Luego le di algo de ayuda en las piernas para que pudiera empujarse a sí misma sobre suelo. Después de varios intentos empezó a comprender que al mover su cuerpo podía alcanzar su juguete. Esa comprensión le ayudó a lograr esa habilidad aún más rápido.

• Menos equipo, más tiempo en el piso - Sé que es un reto en estos tiempos evitar la gran cantidad de equipo disponible para los niños y bebés. Hacen más fácil la vida a los padres y pueden mantener a los niños ocupados e inmovilizados. Sin embargo, esto limita sus posibilidades de movimiento, además de la exploración sensorial y ambiental. Aparatos como los "exersaucers" y las sillas "Bumbo", aunque no están mal cuando se usan con moderación o con fines terapéuticos con niños que necesitan ayuda adicional, pueden interferir con el desarrollo del movimiento si se usan en exceso. Los niños se benefician de practicar cómo sentarse y pararse a través del ensayo y error. Desarrollan su planificación motriz a medida que averiguan lo que funciona y lo que no funciona, ya que no sólo tratan de mantenerse sentados o de pie, sino que también trabajan para llegar a esas posiciones. Cuando sólo se pone a los niños en sillas "Bumbo" y "exersaucers" durante todo el día (exagero un poco para ilustrar la idea) los niños están recibiendo una mayor estabilidad y apoyo que aquel que tendrían normalmente cuando tratan de explorar el movimiento por su propia cuenta. No estoy diciendo que no utilice el equipo, pero esté consciente de la cantidad real de tiempo que su hijo pase en el piso.
  
  
• Práctica, Repetición, Consistencia - Muchas veces me preguntan cómo enseñar a los niños una nueva habilidad. Obviamente, dependiendo de la habilidad, las técnicas a utilizar serán diferentes, pero un factor importante es que para dominar una nueva habilidad (niños y adultos) necesitan mucha práctica, repetición y consistencia. Si usted quiere que su hijo aprenda a levantarse del sofá sin tirarse de cabeza primero entonces cada vez que esté en el sofá debe ayudarlo a dar la vuelta y bajar con los pies primero (incluso ayuda si se añade una frase coherente con la actividad). Si usted lo carga y lo coloca en el suelo cada vez que está en el sofá no le está dando ningún marco de referencia. Lo mismo es aplicable para que un niño aprenda a sentarse por sí solo. Si está acostado y quiere que se siente, ayúdele a hacer los movimientos necesarios para incorporarse en lugar de alzarlo y sentarlo. Al principio es probable que tenga que ayudarle mucho, pero poco a poco comenzará a conseguirlo y aprenderá a hacerlo por su cuenta. ¡No dude en aplicar este concepto a casi cualquier habilidad en la que su hijo esté trabajando!

• El desarrollo no siempre es lineal - Un amigo estaba comentando que cada vez que iba a empezar a preocuparse por el hecho de que su bebé no lograba desarrollar una habilidad en el tiempo esperado (y ni siquiera pareciera estar cerca de alcanzarlo) era como si al día siguiente, de repente, lo lograra. He visto en muchos de los niños con los que trabajo (tanto para los hitos del desarrollo como para las habilidades motoras desafiantes) que muchas veces el niño está trabajando en los elementos requeridos para una habilidad. Por ejemplo, si su hijo no se está dando la vuelta y ni siquiera pareciera estar intentándolo, pero cuando está boca abajo gira la cabeza o levanta la parte inferior de su cuerpo o trata de maniobrar con los brazos, el niño está moviendo su cuerpo para tratar de averiguar cómo funcionan sus músculos. Los niños podrían estar practicando diferentes componentes, tales como el cambiar su peso de un lado a otro, o activar sus músculos flexores (abdominales), todos los cuales son ingredientes clave para darse la vuelta. Después de la práctica de los componentes de repente (parece) que son capaces de usarlos juntos ¡y desarrollar esa habilidad! Entonces, ¿qué le expliqué a mi amigo? Que a veces el desarrollo puede verse como una serie de pasos en lugar de una línea. En la parte llana de la etapa es cuando se están practicando las piezas y luego, de repente, se combinan y el niño pasa al siguiente paso.
  
  
• Proporcione oportunidades - Voy a relacionar este punto con el tiempo boca abajo, pero puede vincularse con casi todas las áreas del desarrollo, tales como beber de un vaso, la alimentación, el control de esfínter, etc. Cuando mi amiga empezó a practicar el tiempo boca abajo con su bebé el niño lo detestaba (un tema común de los padres) y alguien le dijo que no se preocupara porque los niños hacen las cosas a su propio ritmo. Estoy de acuerdo con esta afirmación pero los niños deben tener la oportunidad de probar y practicar la habilidad. Así que en el caso del tiempo boca abajo, a su niño nunca va a llegar a gustarle u obtener los beneficios que proporciona, a menos que se le da la oportunidad de experimentarlo. Esto puede lograrse teniéndolos boca abajo durante breves períodos de tiempo sobre superficies diferentes, tales como una gran bola de ejercicio o sobre el pecho de papá o mamá (mientras está acostado) o en un pedazo de espejo de seguridad infantil (aprovechando que les gusta mirar su reflejo) . Si se les permite experimentar lo que es estar boca abajo durante breves períodos de tiempo y en formas distintas, estará probando una experiencia diferente y se distraerá del hecho de estar haciendo algo que “no le gusta”. Con el paso del tiempo puede ser que aprenda a disfrutarlo y, a la vez, consiga trabajar en todas las habilidades que permite pasar tiempo boca abajo, de modo que pueda desarrollar mejor sus habilidades motoras gruesas. Ofreciéndole oportunidades continuas para desarrollar una habilidad es más probable que usted averigüe cuando es "su momento".